El secesionismo como revolución pasiva: de Eslovenia a Cataluña

Eslovenia y Cataluña muestran dos caminos muy diferentes a partir de un punto en común: el intento de una clase dominante en un Estado complejo de huir hacia delante en una etapa turbulenta. Pero mientras las clases gerenciales eslovenas consiguieron seguir hegemonizando el bloque histórico local gracias a la sistemática acción de las élites político-institucionales nacionalistas, la burguesía catalana, en un ejercicio de audacia temeraria, quedaron huérfanas de representación, al menos de manera temporal. Esto último no habla tanto de la capacidad de esa clase de articular su representación como de las dificultades que encuentra para recomponer su bloque histórico como consecuencia de su desconocimiento de sus propias clases subordinadas, partidarias de permanecer en España.