Pablo Gallego (Cádiz, 1988) es especialista en marketing digital y doctorando en Comunicación por la Universidad Pontificia de Comillas. Fue activista entre 2011 y 2015, enfocando sus esfuerzos en mejorar la democracia en España a través de propuestas de democracia participativa en nuestro sistema político y en los partidos. En 2011, fundó, junto a otros activistas, el movimiento Democracia Real Ya. Antes había participado, con IU, en la campaña de Luis García Montero a la Comunidad de Madrid y en la candidatura a las europeas con Primavera Europea. En las elecciones municipales colaboró con PARTICIPA-Democracia Participativa, donde se obtuvieron doce concejalías en Andalucía. Con Podemos formó parte del equipo que presentó uno de los borradores organizativos rechazados en la Asamblea de Vistalegre I. De todos estos años de trabajo en política, remarca que sólo cobró un mes y que lo que hizo fue porque creía en ello. Siempre compaginó este trabajo con su actividad profesional, a veces suponiendo un perjuicio para él.
– La Casamata: ¿Cómo surgió el 15M?
El 15M surge cuando los medios de comunicación titulan al movimiento como movimiento 15M; por la manifestación del 15 de mayo. Pero la realidad es que, antes del movimiento, hay un capítulo precursor, que se empieza a gestar en febrero de 2011, cuando diversos blogueros y grupos empezamos a conectar entre nosotros, a través de un grupo de Facebook. A partir de esa plataforma de grupos pro movilización ciudadana empezamos a organizar las manifestaciones.
En paralelo había otros grupos, como Juventud sin Futuro, que junto a Democracia Real Ya acudíamos a las manifestaciones y con los que comenzamos a trabajar también para el 15 de mayo. Nosotros no esperábamos construir movimiento sino simplemente que hubiese una manifestación que, por lo menos, pusiese sobre la mesa ciertos temas, que no se estaban usando en la campaña para las elecciones municipales, y temas que luego cobrarían importancia como, por ejemplo, el cambio de la Constitución en el verano de aquel mismo año.
– LC: ¿Por qué surgió el 15M?
El 15M surgió por una necesidad que había en la sociedad. Era una sociedad que estaba indignada, precarizada y harta de tantísimos casos de corrupción. Esa es la principal mecha del movimiento. Mucha gente se sentía huérfana y no se reconocía en las opciones políticas de aquel momento, ni en los partidos ni en sus sindicatos. Por tanto, era necesaria una plataforma apartidista y asindical que, aunque tuviese cierto cariño a los movimientos de progreso, estuviese alejado de ellos.
A esa necesidad se unía la visión que había desde la Unión Europea, que parecía que animaba a los gobiernos centrales a hacer recortes y a no inyectar dinero en la economía; cosa que es todo lo contrario a lo que está pasando en la actual crisis de la COVID. Muchos pensamos que ahora están actuando de este modo porque son conscientes de que en aquel momento lo que hicieron no funcionó.
– LC: Diez años después, ¿queda algo del 15M? La llamada “nueva política”, a izquierda y derecha (Podemos, Ciudadanos), ¿tuvo o tiene algo que ver con aquello?
Del 15M no es que quede un poso, es que el 15M logró cambios de manera directa e indirecta. El 15M ayudó a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, a lo que hay que añadir una ley de vivienda a través de una ILP. El 15M también animó a la sociedad con iniciativas como “15M para rato” a movilizarse contra los corruptos y contra aquellos que se habían beneficiado de tarjetas Black y demás. Además, el 15M forzó a los partidos principales, como el partido socialista, a hacer primarias.
Es decir, aunque Ciudadanos esté desaparecido o vaya a su desaparición y Podemos esté medio muerto – aunque tenga posibilidades de resurgir con Yolanda Díaz – el 15M quizás también haya influido en otros partidos, indirectamente, para lograr mejoras; o, por ejemplo, en Más Madrid o Compromis. Así que el 15M no es sólo esa nueva política de los dos partidos que nacieron en aquel momento, sino todos los que aún no estaban y lo que cambiaron los que sí estaban. En ambos casos supieron leer el movimiento.
– LC: En el contexto actual de crisis sanitaria y económica, ¿puede surgir otro 15M?
Creo que es posible, porque el problema que había en 2011 era el de una remarcable desconexión. No había partido al que votar. Era una sensación que no solo la expresamos nosotros, sino que salía en el CIS. Por lo tanto, hay que ver y valorar si lo que pudiese salir tiene la capacidad realmente de levantar ese ánimo. Porque, lamentablemente y dependiendo de los análisis, podríamos llegar a deducir que Vox alimenta una parte de la antipolítica de la que, sí, también se nutrió el 15 M.
Luego hay partidos como Más Madrid o Compromis u otros partidos, como Teruel Existe, que son un ejemplo del sentir ciudadano del no al bipartidismo. Pero mientras el bipartidismo sea más o menos estable no creo que aparezca un nuevo 15M; necesitaremos por lo menos otros cinco o diez años. Veremos.
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Imagen: Miércoles 18M_01, por Julio Albarrán.