Editorial: La (mala) educación

La reforma del sector educativo ha de pasar por la coordinación centralizada de la gestión y los contenidos de la educación, reorganización en la prestación de ese servicio público, un claro favoritismo por la educación pública sobre la privada-concertada, una mejora de las condiciones laborales, de la formación y del papel del profesorado en todos los niveles, una apuesta decidida por la educación de 0 a 3 años, la mejora de la FP y el apoyo al alumnado con problemas de fracaso escolar.